Bienvenidos a la Guerra de los Tres Mundos (la Guerra trimundial)

Cuando los grandes se mueven, son los pobres los que sufren y mueren. Cuando los grandes estornudan, son los pobres los que sufren y mueren, de nuevo - para referirme a un famoso poema. Un periodista como Giulietto Chiesa nos advirtió hace varios años de lo que se estaba "cociendo a fuego lento". Le escuchamos, pero nos pareció tan enorme y "diabólico" que no fuimos capaces de darnos cuenta de la realidad. Luego, la guerra en Ucrania, que formalmente comenzó en 2014, se hizo realidad el 14 de febrero de 2022. Church nos advirtió: veis que EEUU está preparando una guerra global desesperada y loca para mantener su dominio. Primero querrán golpear a Rusia, que para ellos es el eslabón más débil, pero su verdadero objetivo es China.

Estados Unidos nunca ha ocultado nada. Sus informes, sus análisis, eran de dominio público, lo que ocurre es que a nuestros periodistas se les paga para que presenten las cosas al público de acuerdo con una idea determinada. Los que sabían callaban, y a los que hablaban no se les creía. Así que Trump era el enemigo, mientras que Biden u Osama eran los buenos. Las cosas no son así. Y Europa no son los buenos y EEUU no son los buenos (en realidad ni siquiera son los malos, pero son los que tienen la mayor responsabilidad de lo que pasa, porque tienen la voluntad de dominar y creen que también tienen la fuerza).

Y así comenzó la guerra de los tres mundos, esa de la que Bergoglio -el Papa Francisco en el aislado mundo de la Iglesia católica romana- habla de ’guerra mundial a pedazos’. Los analistas del Limes hablan de una ’Gran Guerra’ (por llamarla de algún modo, la de 1914-1918 jugada sobre todo en suelo europeo). Para los adictos al juego del Risk, es una delicia: "por fin vuelve a empezar la historia", la de las guerras tradicionales. Como si no hubiera habido tantas guerras en los últimos años. Afganistán, Irak, Yugoslavia, Yemen, los mil conflictos africanos... Tenemos una extraña memoria, cortocircuitada y filtrada, cuando pensamos en el mundo en guerra, y en lo que ha sucedido en los últimos cincuenta años. De repente nos despertamos: ¡mira, el conflicto entre Israel y Palestina! Gracias a las redes sociales y a Internet, todos nos convertimos en superexpertos en el tema durante unos meses. Luego pasamos a otra cosa.

Por otro lado, la guerra trimundial es algo duradero. Ha sido planeada, en la medida en que es posible planear tales cosas. Está alimentada por los diversos intereses de supervivencia de esas antiguas grandes potencias que se han vuelto pequeñas: como Gran Bretaña. O que quieren jugar algún papel (Australia dice que habrá guerra con China en 2025 y se ha puesto a comprar submarinos nucleares a manos llenas). O que aprovechan para expandirse (Israel) antes de que cambie el viento.

Porque la guerra es también un viento extraño, que se balancea y cambia con facilidad, y de un momento a otro se convierte en un huracán que se te echa encima y arrasa con todo. Italia, obviamente, se encuentra en toda esta maraña, dependiente de Estados Unidos pero expuesta al viento más que nunca, dispuesta incluso, en algunas de sus clases dirigentes, a volverse hacia el enemigo de hoy. Siempre lo hemos hecho, hemos sobrevivido así.

Para quienes hemos conocido una ardua "larga paz", desde 1945 hasta hoy, para nuestras generaciones boomer, es una derrota más. Para los chicos y chicas de hoy, otra catástrofe más que hemos dejado a su paso.

Sobre esta "cosa" que aquí hemos llamado la "guerra trimundial" a la espera de que los historiadores se pongan de acuerdo, les mantendremos informados en las páginas de Girodivite.